Cuenta la leyenda que existió un Dios llamado Jano, al que se le atribuía la custodia del universo y el augurio de los buenos finales. Héroe cultural, padre de Fontius, dios de las fuentes, cascadas y pozos, dejó su huella en un monte perdido en el corazón de Cantabria.
A los píes de nuestro Pico Jano, junto a la Calzada Romana y el Camino Real, en un precioso enclave bañado por los ríos Torina y Besaya, salpicado de casas montañesas y de la solemnidad de otras épocas, rendimos tributo a la cultura y te invitamos a formar parte de la leyenda, que ahora se escribe desde Bárcena de Píe de Concha para un mundo diverso y global, donde bailarás a ritmos de tierras y culturas ajenas y propias.